En la parte más expuesta al mar de la entrada a la Bahía de La Habana se alza una fortaleza de considerable dimensiones. Ese castillo es El Morro de La Habana. Masivo, silente, es hoy sólo un testimonio a los incesantes ataques de piratas y filibusteros que la ciudad de La Habana, en realidad toda la isla de Cuba, sufrió durante la era colonial.
Se le llama el Morro por ser el punto más avanzado de tierra hacia el mar. Esa es la palabra o término que se empleaba para describir el punto más saliente o adelantado en la entrada de las bahías; el hocico. Es en esa sección de la Bahía de La Habana, en su costa oriental, donde aun se encuentra esta fortaleza.
Bajo la dirección de Juan Bautista Antonelli el 27 de junio de 1589 se comenzó la construcción de la fortaleza de los Tres Reyes Magos del Morro. En aquel entonces el gobernador de la isla era Juan de Texeda. Desde el punto de vista de ingeniería este castillo es una obra maestra. Se construyó sobre las piedras totalmente expuestas a los elementos. Lo cual se ha hecho muchas veces, excepto que en el caso de este castillo tales piedras están próximas al mar, bueno, en temporales están bajo las olas del mar. La forma del castillo no es del todo simétrica, sino una adaptación al peñasco que le sirve de base.
Se terminó esta fortificación en 1597. Algunas secciones de madera fueron reconstruidas en 1630 debido a un incendio. Ya en ese año se cerraba la entrada a la Bahía de La Habana por medio de una cadena desde el Morro hasta la Punta. Tal cadena era atada a cañones enterrados.
Fotos: Roberto Suarez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se permiten ofensas ni faltas de respeto